Mi breve historia
Siempre he sido un amante de los perfumes. Pero, durante mucho tiempo, mi afición nunca fue nada fuera de lo común, me gustaba usar perfume como a todo mundo; no toda mi vida he sido COLECCIONISTA.
Las primeras memorias relacionadas a la perfumería son de cuando tomaba el Perry Ellis 360 que tenía mi padre y me ponía unos cuantos sprays para oler como él. Seguramente es una de tus primeras memorias también.
Un par de décadas después comenzó una etapa en donde el usar perfume, poco a poco, se convertía en algo importante en mi día a día; algo a lo que le ponía mucha atención. Comenzaba a notar las diferencias entre unos y otros, empecé a conocer las líneas de las diferentes marcas de diseñador y, lo más importante, fui identificando qué perfumes potenciaban mi personalidad en cada uno de los diferentes escenarios que transcurrían en mi vida.
Pero luego sucedió un evento que dio un vuelco a esta afición, la convirtió en una pasión y en una sed insaciable de probar todos los perfumes posibles. Y fue que por casualidades de la vida, probé mis primeros perfumes de nicho: específicamente Creed Aventus y Tom Ford Oud Wood.
No podía creer lo que estaba oliendo y las sensaciones que estos dos perfumes provocaban en mí. Era algo diferente, algo que no había olido jamás: algo de otro planeta.
Una frase aparecía en mi cabeza una y otra vez: "Todo mundo tiene que probar esto".
Y poco a poco, mientras mi pasión y mi colección crecían y mientras yo seguía conociendo una nueva gama de perfumes que antes no existían para mí, seguía anclada en mí esa misión de poder darle la oportunidad a todo el mundo de sentir lo que yo estaba sintiendo. Todo mundo debería de poder tener la oportunidad de usar todos los perfumes que existen sin tener que gastar cientos de miles de pesos. Sí, ser coleccionista de fragancias da satisfacciones, pero es verdad que requiere un sacrificio económico importante.
Fue así como, poco a poco, comencé a compartir mi colección con mis círculos cercanos: amigos, familia, trabajo, etc. A todo mundo parecía fascinarle la idea de poder adquirir cantidades pequeñas de perfumes que jamás habían probado. Vender mililitros de mis botellas a mis conocidos me ayudaba a comprar nuevos perfumes y así ampliar mi colección.
Y poco a poco se fue creando este proyecto que, 4 años después, ha compartido más de 300,000 mililitros y le ha dado la oportunidad a más de 15,000 personas de aumentar su seguridad y confianza, habiendo encontrado esos perfumes con los que logran conectar en todos los sentidos.
Siempre lo he dicho, esta colección es de todos nosotros. Juntos la hemos construido a lo largo de todos estos años y sin ustedes no existiría. Mi compromiso es poder traerles siempre lo mejor de la perfumería y lo más exclusivo para que juntos podamos disfrutar el placer de portar un buen perfume.